La explosiva historia tras las aventuras gráficas eróticas de Leisure Suit Larry

Recuerdo aquella tarde con mi vecino. Ya os he hablado en alguna ocasión de él. Era algo así como mi camello de la industria del entretenimiento digital. Tenía Internet, a decir verdad, era la única persona a la que yo conocía por aquel entonces que disponía de tal lujo, ya que su padre era uno de esos geeks de la época al que tanto tengo que agradecer su pasión por la informática, ya que por extensión, yo disponía a través de su hijo de mucho material que hubiera sido inviable de otra manera. Se podría decir que nuestra amistad se forjó inicialmente porque vivía en frente de mí, y nos hacíamos intercambio de revistas de videojuegos y de informática tipo: Nintendo Acción, Micromanía o Hobby Consolas. De vez en cuando, el timbre de mi casa sonaba, y al abrir la puerta, estaba él, sonriendo y portando en su mano "la caja". Aquella reliquia contenía una serie de disquetes, (posteriormente CDs), que serían instalados y testeados desde mi ordenador. Desde los más sosegados, como podían ser Prince of Persia o Maniac Mansion, hasta aquellos que requerían estar alerta para que ningún adulto entrase por la puerta, como Duke Nukem, Doom y, por supuesto, Leisure Suit Larry.

El argumento del juego es muy simple. Encarnas a Larry Laffer, un cuarentón hortera, cutre y asqueroso, que dedica su vida a un solo fin: intentar acostarte con una mujer. Ni más ni menos. Este punto de partida puede parecer absurdo a priori, y realmente la esencia del éxito de esta aventura gráfica, es que lo es. Una premisa de lo más sencilla, que nos conducirá por caminos hilarantes, con personas de lo más peculiares y situaciones ridículas, que desatarán nuestras carcajadas al sentirnos tristemente conectados con el personaje más guarro y machista de los videojuegos.

El juego alcanzó una popularidad total a finales de la década de los ochenta, cuando se corrió la voz de la existencia de este producto, que muchos de los jóvenes con las hormonas en plena ebullición corrieron a conseguir para dar rienda suelta frente a la pantalla todo lo que habían imaginado en la intimidad. Pese a que fue decepcionante a la hora de la verdad, no dejó de ser una joya muy de su época y que, a día de hoy, se mira con ojos muy diferentes, llegando incluso al rechazo. Pero Leisure Suit Larry no es una idea original de su creador, sino que podríamos considerarlo algo así como un reboot de un juego que vio la luz unos años antes que el ligón de traje blanco. 

Viajemos al año 1981, cuando un tipo llamado Chuck Benton decidió iniciar un proyecto de programación para aprendizaje del Apple II. Para ello utilizó el lenguaje de programación Applesoft BASIC, un dialecto del famoso Microsoft BASIC. Lo tomó como un desafío, por lo que comenzó el desarrollo de un juego como puro entretenimiento, sin la mínima intención de comercializarlo. Lo consiguió, y un trimestre más tarde, nació Softporn Adventure, una aventura conversacional dirigida únicamente al público adulto. En este desafío, el jugador se sumerge en el rol de un mujeriego hortera que debe encontrar algunos objetos y cumplir algunos requisitos para conocer y seducir a tres mujeres. Los controles serán a través de comandos de texto para ejecutar dichas acciones. El propio Benton confesaría poco después que estaba gran parte del juego basado en su vida personal

Una vez terminado de pulir los detalles, quiso obtener feedback, por lo que prestó el juego a algunos amigos, que quedaron totalmente fascinados con él, animándolo y convenciéndolo a que comercializara aquella aventura conversacional. Tras contactar con algunas revistas especializadas y compañías, ninguna quiso arriesgarse con aquel título, ya que se consideraba controvertido. Chuck, no quedándose de brazos cruzados, optó por comercializar él mismo su propio juego. Lo movió por algunos comercios, pero no fue hasta la feria de informática especializada en Apple, cuando se encontró con Ken Williams, fundador de On-Line Systems (posteriormente Sierra On-Line), en uno de los stands, que se interesó por aquel misterioso e intrigante título.

Ken se lo llevó a la oficina, donde jugó y alucinó con aquella aventura erótica. Tanto, que decidió hacerle una oferta a Chuck y comercializarlo. Tuvo un éxito total. Vendió más de 50.000 copias, y teniendo en cuenta que únicamente funcionaba en máquinas Apple II, estaríamos hablando de un auténtico triunfo. Pero pronto llegaron los problemas, ya que tras un artículo en la revista Time titulado "Software for the Masses", que vio la luz el 5 de octubre de 1981, muchas personas ajenas a esto, observaron la caratula con tres mujeres desnudas y un camarero dentro del jacuzzi, así como la temática que trataba. Asociaciones de padres, madres y grupos religiosos lo consideraron amoral, también grupos feministas, que lo acusaron de machista (cosa más que obvia). Pese a que aguantaron unos meses y las ventas no pararon de subir, tiempo después, debido a la enorme presión, fue retirado de su venta, quedando apartado y cayendo casi en el olvido. Pero seis años después, Softporn Adventure volvería con un lavado de cara, manteniendo su misma esencia, aunque diferente formato.

Al Lowe, nació el 24 de julio de 1946 en Missouri, Estados Unidos. Era un empleado que trabajaba como desarrollador y músico de videojuegos para Sierra On-Line. Ya había participado en proyectos para la empresa bajo el sello de Disney como: Winnie the Pooh in the Hundred Acre Wood (1984), Donald Duck's Playground (1984), y The Black Cauldron (1986). Pero al ganar estatus en la compañía, llegó a dirigir la programación de títulos entre los que se encuentran: King's Quest III: To Heir Is Human (1986) y Police Quest I (1987). Fue precisamente en este momento cuando el propio Al Lowe, fan de Softporn Adventure, propone a los directores de Sierra, Ken y Roberta Williams realizar un remake de dicho juego, ya que, pese a que la venta había sido parada, la licencia aún les pertenecía, cosa que tanto ellos como el propio creador Chuck Benton aprobaron con agrado.

Lowe se puso manos a la obra, plasmando en la pantalla todo lo que tenía en mente de cómo debía ser esta nueva versión. Introdujo los rompecabezas de su predecesor, aunque dándole un toque más personal y descarado. Ya que la versión original era una aventura conversacional, había que traspasar la barrera y crear un nuevo mundo con imagen, creando un exquisito pixel art con el que nos mostró la decadencia más absoluta en todos sus personajes y escenarios, pero por encima de todo, la celebridad, Larry Laffer, tenía que resultar todo lo patético y caricaturizado posible, por lo que se presentó como un tipo entrado en edad, que todavía vive con su madre, trabaja como vendedor de software a domicilio y que deja todo para dedicarse a vivir la noche y perseguir el sueño de su vida: echar un polvo. Por supuesto, el toque final que le da esencia a todo este patetismo, es su particular traje blanco setentero, que vestirá a lo largo de esta trepidante historia, de ahí la importancia de esta prenda que titulará su debut en el mundo de las aventuras gráficas eróticas y sus posteriores ediciones en su particular saga: Leisure Suit Larry.

En 1987 sale a la venta Leisure Suit Larry in The Land of the Lounge Lizards, presentando una combinación de elementos de las clásicas aventuras gráficas pero con un importante despliegue de humor irreverente, situaciones turbias, momentos incómodos y una enorme carga de diversión y creatividad, que ahonda en el pozo más profundo de lo políticamente incorrecto. Controlamos a la persona que nunca querríamos ser, pero que alguna vez hemos sido. Nos mostrará sin ningún tipo de pudor desnudos de mujeres o del propio protagonista, el alimento para el cerebro adolescente de los jugadores, que estaban ansiosos por ver hasta dónde podrían llegar, sabiendo que no debían estar viéndolo, ya que al inicio de la partida, nos realizarían una prueba de cultura general que, en teoría, sólo podrías responder correctamente si tenías la mayoría de edad. Un plan maestro que obviamente, tenía muchas fisuras.

Pero volviendo al argumento, el juego nos sumerge en las fantasías de un depravado que complacemos con agrado en cada obstáculo superado para alcanzar nuestro único objetivo, (sí, el que ya sabes). Tendremos que evitar la muerte que se nos aparecerá en forma de paliza de un matón de discoteca, enfermedades venéreas al acostarte con prostitutas o asesinado por el taxista al no poder pagarle la carrera, entre otras. Un festín sin precedentes de degradación humana cuando se tiene la certeza absoluta de que el fin justifica los medios, que nos produce una diversión, en ocasiones malsana, de no ser nosotros aquel personaje. Aunque estoy convencido de que más de uno se vio perfectamente reflejado en él. 

Debido a que por aquel entonces este tipo de temática de índole sexual en ciertas áreas era bastante desconocido, no se sabía desde la empresa qué repercusión tendría y si se repetirían los mismos problemas que con Softporn Adventure. Pese a que incluso el propio Al Lowe reconoció haber tenido sus dudas durante el desarrollo del juego durante los seis meses que duró éste, Leisure Suit Larry no solo se convirtió en un éxito de ventas, sino que debido a la popularidad que alcanzó entre el público, también alcanzó el récord de ser uno de los videojuegos más pirateados de la década de los ochenta: se estima que seis de cada uno era un duplicado ilegal, llegando a venderse más unidades de guías de ayuda de Larry que copias originales del juego.

Al Lowe, después de crear sus tres primeras entregas: Leisure Suit Larry Goes Looking for Love (in Several Wrong Places) (1988) y  Leisure Suit Larry III: Passionate Patti in Pursuit of the Pulsating Pectorals (1989), prometió que se retiraría y no crearía Larry 4. Y así fue, pero sí que participó en la remasterización de su primera entrega: Leisure Suit Larry: In The Land of the Lounge Lizards VGA (1991), basado en el parser SCI de Jeff Stephenson, utilizando VGA de 256 colores y añadiendo acciones mediante iconos que le dio una jugabilidad más moderna y fresca.

Sierra mantuvo los derechos de Leisure Suit Larry desde su año de su creación en 1987 hasta 2009, que pasaron a Codemasters, quienes distribuyeron: Box Office Bust (2009), programado por Team17, estudio conocido por juegos como la saga Worms (1994–2010) y Reloaded (2013). Mientras que los primeros seis títulos de la saga, junto con Magna Cum Laude (2004) y Love for Sail Mobile (2007), fueron distribuidos por Vivendi Games Mobile (actualmente Activision Blizzard). A día de hoy, los juegos están bajo el control de Assemble Entertainment. Aunque bien es cierto que la llegada de Larry en 3D fue su inicio del fin, ya que perdía esa esencia que proporcionaba el píxel y perdía su toque rancio con el paso de los años, que pese a intentarlo, el tono de sus historias se notaba mucho más comedido y pasó a formar parte del montón que no supo adaptarse a los tiempos modernos, que ya no le querían tanto ni lo veían del mismo modo.

Pasarán muchos años y cambiarán los tiempos, pero lo que es seguro es que la saga Leisure Suit Larry es mucho más que una simple aventura gráfica, fue la pionera que rompió moldes, abrió la puerta a otros muchos juegos que siempre reposaban en la zona oscura de las estanterías, que tenían el poder de atracción de lo prohibido y que nos hacen recordar que hubo una época en que este tipo de productos no sólo existían, sino que era el preciado tesoro de muchos adolescentes que recorrimos junto a Larry Laffer un camino hacia la decadencia, el mismo que nos enseñó cómo no debíamos ser, pero joder, qué divertido era.

DaviOne

3 de abril 2024