Duke Nukem 3D: el juego que nos hizo pecar en el placer de lo políticamente incorrecto
En el mundo de los videojuegos, pocos nombres poseen la misma fuerza que Duke Nukem. Este mítico personaje y su juego homónimo marcaron un antes y un después en la historia de los videojuegos, convirtiéndose en un referente de la acción desenfrenada, la irreverencia y la testosterona desbordante. Vamos a conocer la fascinante historia detrás de Duke Nukem 3D, su impacto en la industria, su legado y las controversias que ha enfrentado a lo largo de los años.
Era una aburrida tarde de invierno y sonó el timbre. Acudí a abrir la puerta y ahí estaba, una vez más, mi vecino de en frente, puntual para variar. Tenía un año más que yo y habíamos descubierto hacía ya algún tiempo nuestro frikismo en común. Era algo así como mi camello de videojuegos.
El padre de mi amigo fue de los primeros en el barrio en tener Internet, una cosa que yo no acababa de entender muy bien qué era o para qué servía, solo sé que alguna vez vi a ese tipo en un cubículo que tenía instalado en la terraza de su casa, sentado frente al ordenador, con la mirada fija en la pantalla, totalmente ajeno a todo su entorno. Fui informado de que estaba navegando por la red. Eso me fascinó y quise saber más. Salió de su trance por unos instantes y nos invitó a acercarnos, allí observé que estaba dentro de algo llamado Netscape Navigator, jugando una partida de ajedrez con un tío que vivía lejísimos del país, pero ahí andaban, echando el rato juntos, unidos por aquella máquina, puntera para la época, pero un trasto inútil a día de hoy.
Yo tenía un ordenador que mi tío me había traído, ya que en su oficina hicieron plan renove unos meses atrás y no sabían que hacer con las computadoras antiguas. No era gran cosa, pero a mí me alucinaba, y fue lo que me llevó a descubrir un mundo que aún estaba por conocer.
Volviendo a aquella tarde, invité a mi vecino a entrar, como si de un vampiro se tratara, ya que tenía en sus manos una caja de disquetes, como solía ser habitual. De ahí salieron cosas en su momento como: Prince of Persia, Maniac Mansion, Wolfenstein 3D, Doom o, lo que sería el caso de aquel momento: Duke Nukem 3D. Tenía buen gusto, qué le vamos a hacer. Me pidió discreción en esta ocasión, cosa que sólo había pasado anteriormente con un título llamado Leisure Suit Larry, de Sierra. La cosa prometía.
Vaya que si prometía, comenzó a sacar juegos, diciéndome que había estado recopilando algunos títulos que le había solicitado con anterioridad, pero de pronto, soltó la caja diciendo: "ya mirarás esto, hoy traigo otra cosa". Mi dientes, más largos que nunca, casi podían llegar al piso de abajo. De pronto, sacó de su mochila otro objeto, no era un disquete, era un CD. ¡Este tío había traído a mi casa el puto Duke Nukem 3D!
Habrá personas que por su edad y por lo que tristemente sucedió hace más de una década y media con la franquicia, ni siquiera lo conozca, así que vamos a ver qué era este juego y qué es lo que pasó en la página más oscura de su historia.
Duke Nukem 3D vio la luz en 1996, como una secuela del exitoso Duke Nukem original (1991). Este juego fue concebido por los talentosos desarrolladores de 3D Realms, quienes se inspiraron en el género de disparos en primera persona (shooters). George Broussard y Todd Replogle lideraron el proyecto, convirtiendo al personaje de Duke en el protagonista indiscutible de la acción descarada, inspirado en los héroes de las películas de acción de los años 80, como Arnold Schwarzenegger y Jean-Claude Van Damme.
El juego destacó por su innovador motor gráfico, conocido como el "Build Engine". Éste permitió una jugabilidad en primera persona llena de detalles y posibilidades, marcando un antes y un después en la industria de los videojuegos. Los escenarios interactivos, el diseño y la capacidad de destruir elementos del entorno proporcionaron a los jugadores una experiencia nunca antes vista, ya que hasta la fecha, los decorados solían ser generalmente estáticos y simples.
Este titulo fue publicado por 3D Realms y lanzado al mercado en 1996, cosechando un éxito instantáneo. Las revistas especializadas en videojuegos como Micromanía, lo catalogó de obra maestra, llegando a atribuirle la frase: "Simplemente, el mejor", en su artículo de aquel año; recorte de prensa que se incluyó en la caja original para la distribución en España.
Duke Nukem 3D se convirtió en un referente de la acción en primera persona y definió una era. Su legado perdura a través de secuelas y una fuerte presencia en la cultura de la década de 1990, en gran parte gracias a la actitud irreverente y chulesca del protagonista, que, al igual que su predecesor título, no escapó de las controversias. El juego fue duramente criticado por su contenido violento y su actitud sexista. El personaje de Duke, con su lenguaje soez y su actitud despectiva hacia las mujeres, generó acalorados debates y críticas por considerarse totalmente machista. Además, la representación de mujeres semidesnudas y como puros objetos sexuales, así como los salones de striptease, presentes durante el recorrido del juego y una incitación a la prostitución, pudiendo entregar billetes a las bailarinas para que nos mostrasen los pechos, e incluso asesinarlas después, causaron bastante revuelo y una gran polémica. Pero era otra época y en aquel momento todo esto no sólo no estaba mal visto, sino que era completamente normal. Sumado a eso, su extrema violencia explícita, con salpicaduras de sangre al abatir a los cerdos extraterrestres mutantes, e incluso desmembramientos a los jefes finales, no se quedaron atrás tampoco, lo que provocó las quejas de padres, madres y asociaciones cristianas, al igual que ocurrió con Mortal Kombat unos años atrás, entre otros. Posiblemente este juego no habría sido concebido a día de hoy tal como lo conocemos.
El videojuego, a menudo se compara con otro título de la época anteriormente mencionado, Doom. Ambos comparten el género de disparos en primera persona y la violencia desenfrenada. Sin embargo, Duke Nukem se destaca por su enfoque humorístico y gamberro, en contraste con la atmósfera más seria de Doom. Son estilos similares, pero, aún como amante del Slayer, creo que el tono humorístico, paródico y gamberro de Duke, creó un punto de inflexión en el mundo de los videojuegos, que rara vez nos había permitido un juego de acción anteriormente, como el hecho de beber cerveza, mear en un váter y tirar de la cadena dándole una patada a la cisterna, son cosas tan políticamente incorrectas a día de hoy, que incluso nos hace creer que ha pasado más tiempo de esto, que lo hace, pero es cierto que algo hemos mejorado socialmente en los últimos treinta años.
Duke Nukem 3D y sus predecesores, gozaron de tal éxito, que pronto, la desarrolladora, se planteó realizar una continuación. Lo que empezó siendo un sueño, acabaría convirtiéndose en una pesadilla que casi entierra por completo la franquicia, y lo cierto es que hasta día de hoy, lo está, pero queremos creer que se encuentra en barbecho, esperando una última oportunidad de resucitar.
Pero, ¿qué ocurrió?
Después de la explosión inicial de popularidad, Duke Nukem pasó por una etapa muy problemática que culminó en uno de los desarrollos más largos y tortuosos de la historia de los videojuegos: "Duke Nukem Forever". Anunciado en 1997, lo que sería a continuación directa, se convirtió en sinónimo de retrasos y expectativas incumplidas.
El juego pasó por varios cambios de motor gráfico y desarrollo. Originalmente, se anunció utilizando el motor "Quake II" de id Software, pero más tarde, el equipo de 3D Realms decidió crear su propio engine y dejando en el aire qué estaba ocurriendo. A medida que pasaban los años, los fans esperábamos ansiosos su lanzamiento, pero éste se retrasaba una y otra vez. La promesa de "When it's done" ("Cuando esté listo"), se convirtió en un eslogan irónico para la ansiosos jugadores, que veían cómo pasaban los años sin saber absolutamente nada de la secuela. La falta de progreso y los problemas financieros llevaron a 3D Realms a una situación crítica. Finalmente, en 2009, la compañía anunció que había cesado el desarrollo del juego, lo que dejó a los freaks como yo desilusionados y sorprendidos.
La franquicia Duke Nukem parecía condenada.
Sin embargo, la historia no terminó ahí. La compañía Gearbox Software, liderada por Randy Pitchford, intervino y adquirió los derechos de la franquicia, así como el material de desarrollo existente. Bajo el nuevo equipo de desarrollo de Gearbox, se trabajó arduamente para finalizar el juego después de años de estancamiento. Finalmente, Duke Nukem Forever fue lanzado en junio de 2011, catorce años después de su primer anuncio.
Tras su salida a la venta, fue un evento de gran relevancia en la industria de los videojuegos, debido a su prolongado desarrollo y expectativas acumuladas. Sin embargo, cuando finalmente vio la luz, recibió críticas bochornosas. Algunos elogiaron su sentido del humor y su nostálgica jugabilidad, mientras que otros lo consideramos un producto anticuado y desfasado, un juego que nació muerto debido a sus retrasos constantes, hijo de una época que ya no era la suya y un prototipo de héroe que ya había entrado en jubilación hacía algunos años. Como le ocurrió a Sylvester Stallone en Demolition Man (1993), o Bruce Willis desde la horrible y prescindible La Jungla 4.0 (2007) y continuación, pertenecía a otros tiempos y una mentalidad social rancia que había quedado obsoleta. Pese a todo, y a título personal, reconozco que lo compré gustosamente y le dediqué el tiempo que hizo falta para finalizarlo. Dentro de mí, de alguna forma, me acordé de mi antiguo vecino, preguntándome si él, allá donde viviera en esos días, también estaría jugando, como cuando aquella tarde de 1996 lo hicimos en mi habitación.
Pese a que se notaba cariño a la franquicia por parte de los desarrolladores, Duke Nukem Forever no pudo estar a la altura de su legado.
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