La última aparición pública de Freddie Mercury antes de morir

Muchos son los rostros conocidos del mundo la música a lo largo de la historia,pero si reducimos ese círculo y nos centramos en el Rock and roll, podríamos hablar de centenares de grupos que pasaron a la historia, aunque quizá menos los que lograron alcanzar la brillantez, llegando a obtener el título de leyenda. Personalmente siempre he pensado que la era dorada del rock comprende entre las décadas de los 60 y finales de los 80, cuando comenzaron a reconocerse músicos excepcionales en grupos como: Led Zeppelin, Pink Floyd, The Rolling Stones, Jethro Tull y, por supuesto, The Beatles. La lista es demasiado extensa como para mencionar todos y cada uno de ellos, pero seguro que tienes tu favorito.

Cada cual tenía sus estilos, ritmos y alma. Pero si hubo uno de ellos que destacó por muchas otras cosas, ese fue, sin lugar a dudas, Farrokh Bulsara, aunque es posible que lo reconozcas por su nombre artístico, Freddie Mercury, quien lideró como inigualable vocalista, la emblemática banda Queen. Nacido el 5 de septiembre de 1946 en Stone Town, Zanzíbar. Su vida fue una combinación de talento, excentricidad y pasión desmedida por lo que amaba.

Desde temprana edad, Mercury demostró su afinidad por la música, un don que pronto fue reconocido por sus profesores en el St. Peter’s School en Bombay, India, un internado británico donde estudió cuando lo enviaron con su abuela a los siete años. Una vez regresó a casa con sus padres a los dieciocho años, tuvieron que emigrar a Inglaterra, a causa de la revolución de Zanzíbar. Allí aprendería diseño gráfico y tendría sus primeros contactos con algunos grupos británicos. Pero su historia en el mundo del rock comenzó cuando se unió a la banda Smile, que posteriormente se renombraría con el nombre Queen. El resto, es historia.

El impacto de Queen en la escena musical fue monumental, catapultando al estrellato a Mercury y sus compañeros de banda: Brian May, Roger Taylor y John Deacon. Llegaron a cultivar grandes éxitos con canciones como: "Bohemian Rhapsody", "Love of my Life" o "We Are the Champions". Pero si algo destacaba por encima de todo era la personalidad de Freddie, la extravagancia en el escenario y su voz estilo barítono, (con el que podía haber sido cantante de ópera), convirtieron a Mercury un ícono cultural y posteriormente un referente de la comunidad LGTB, que todavía sufrían con más severidad las consecuencias del conservadurismo más rancio, obligándolos a permanecer con su condición sexual en secreto. Gracias a él, muchos y muchas perdieron el miedo a revelarse y vivir su vida con quien quisieran. Es por ello, que a día de hoy sigue siendo un referente, principalmente entre la comunidad gay.

Sin embargo, su vida no estuvo exenta de polémicas. También navegó por aguas oscuras, con muchos excesos, que mellaron su salud en las multitudinarias fiestas que celebraba, mientras exploraba su identidad en un mundo que todavía no estaba preparado para aceptarlo tal como era. Disfrutó de la libertad y la fama, hasta que, en la década de los 80, fue diagnosticado de VIH, una enfermedad que por aquel entonces era muy desconocida, ya que los primeros casos datan del año 1981. No existía tratamiento y resultaba mortal para la persona que lo contrajera. Su último concierto con Queen fue durante la gira “Magic Tour” el 9 de agosto de 1986. Luchó contra su enfermedad en la intimidad, encontrando consuelo y compañía en su expareja y mejor amiga, Mary Austin, a quien quiso hasta el final de sus días, y más tarde en Jim Hutton, compañero sentimental, que lo acompañó hasta su muerte.

El 18 de febrero de 1990, en el Dominion Theatre de Londres, Freddie Mercury y Queen recibieron el prestigioso premio "Outstanding Contribution to Music" en los Brit Awards. Era un momento de gloria para la banda, pero también un día que llegaría a ser recordado con tristeza.

Esa noche, la salud de Freddie ya estaba muy debilitada. Su aspecto demacrado y su actitud silenciosa contrastaban con la energía que solía emanar de él. Aunque su presencia en el escenario ya avecinaba que algo no iba bien, Mercury encontró la fuerza para expresar su gratitud con un simple "Gracias", antes de retirarse discretamente del escenario. Fueron palabras que encogieron en el corazón de todos los presentes, cargadas de emoción y significado. Fue precisamente en ese instante, entre la gloria y la fragilidad, donde se manifestó su última aparición pública. El cantante moriría casi dos años después, el 24 de noviembre de 1990 en su casa de Kensington, Londres.

Pocos podrían haber imaginado entonces que esta sería la última vez que el mundo vería a Freddie Mercury en un escenario. Su salud se deterioraba rápidamente, consumido por el SIDA, que pronto se lo arrebataría al mundo y sus seres queridos. Aunque su legado perdura, y perdurará, aquel día siempre nos recordará que la grandeza no está cargada de vulnerabilidad y que incluso los más grandes ídolos son al final humanos.

DaviOne

18 de marzo 2024