La triste historia de Edward Furlong, el actor que interpretó a John Connor en 'Terminator 2'
Corría el año 1991 y las taquillas de los cines en todo el mundo echaban humo. No es de extrañar, ya que ese mismo año, las carteleras lucían afiches como: El silencio de los corderos de Jonathan Demme, el remake del clásico El cabo del miedo de Martin Scorsese, La Bella y la Bestia por parte de Disney, La Familia Addams, Thelma & Louise de Ridley Scott y, por supuesto, Hook (El capitán Garfio) de Steven Spielberg. Casi nada. Pero hubo una que asombró a los fans de la ciencia-ficción en aquel momento. No era otra que la ganadora de cuatro premios Oscar, Terminator 2: el juicio final.
James Cameron, ya consagrado como una de las gallinas de los huevos de oro en Hollywood desde los ochenta, cuando tras dirigir junto a Ovidio G. Assonitis la nefasta Piraña II: Los vampiros del mar, dio el salto a la gran pantalla en solitario con The Terminator (1984), desde entonces ha cosechado éxitos de la talla de Aliens: El regreso (1986), Abyss (1989), Mentiras arriesgadas (1994) y la revientataquillas, Titanic (1997). Aunque posteriormente participó en trabajos menores y producciones televisivas como Dark Angel (2000), se mantuvo en barbecho hasta que regresó con la mierda sobrevalorada que fue Avatar (2009) y posteriores.
Pero volviendo al tema en cuestión, Terminator 2 no solo fue un éxito en taquilla, sino que podría considerarse de lejos la mejor de la saga, que probablemente debió finalizar con ésta. El reparto principal encabezado por Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Robert Patrick y el actor novel Edward Furlong, del cual es posible que te hayas preguntado alguna vez qué fue de él.
Furlong tenía todo a favor, pero la cosa se comenzó a torcer cuando salió a la luz que había mantenido una relación desde el rodaje de Terminator 2 con su representante Jacqueline Domac, que era trece años mayor que él; relación que se rompería en el año 1999 tras unos supuestos abusos por parte de ella cuando éste todavía era menor de edad. Durante todo este tiempo comenzó a tener problemas con el alcohol y las drogas, de las que abusaba a diario. Perdió el control total de su vida, y por consiguiente, de su carrera. Discutió con representantes y directores, que ya no querían trabajar con él, ya que únicamente les generaba problemas. Poco a poco se fue encerrando en sus adicciones, dejando de lado relaciones de amistad y profesionales.
En el año 1997 ingresó en el programa de "alcohólicos anónimos", donde intentó pisar el freno y reconducir su vida. Pero de nada sirvió, ya que continuó deteriorando su cuerpo con todo tipo de sustancias nocivas. Finalmente, a comienzos del nuevo milenio, ingresó en un clínica de desintoxicación tras sufrir una sobredosis, manifestando incluso pensamientos suicidas. Había tocado fondo, pero durante esta etapa mantuvo relaciones con caras reconocibles como Natasha Lyonne y Paris Hilton.
Tras su rehabilitación, mostró el estado de su cuerpo y sus dientes a causa de las drogas que había consumido a lo largo de los años. Se realizó una reparación total de la boca y quiso recuperar sus viejas amistades y relaciones profesionales con el gremio que ya parecía haberse olvidado por completo de él.
Actualmente dice encontrarse limpio de todo vicio, intentando restaurar su vida pasada, cuando era el ídolo de las adolescentes de los noventa, que empapelaban sus habitaciones con pósters y forraban las carpetas del instituto con su cara. Aunque parece completamente improbable que vuelva a recuperar ese estatus, es posible que con suerte le llegue un papel en el que redimirse y poder brillar en las pantallas de cine una vez más. Aunque mucho me temo que el tren del éxito hace tiempo que partió sin él porque se quedó dormido de resaca.
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