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eMule: aquellos tiempos de las descargas masivas y el diógenes digital

eMule: aquellos tiempos de las descargas masivas y el diógenes digital [GenB]

¿Recuerdas aquellos años en los que dejabas el ordenador encendido día y noche a la espera que tu película, disco o videojuego se descargase? Leyendas urbanas sobre técnicas y trucos para descargar más rápido, (unas reales y otras completamente inventadas). Esa interfaz que, al verla por primera vez, era un caos ininteligible de letras, números y paneles en forma de tubo con unas franjas de colores que variaban según el estado de la descarga. En los tiempos en los que empezábamos a experimentar con Internet a nivel doméstico, iban llegando opciones para acceder a contenido a través de la red, (unos legales y otros, digamos, no ilegales). 

Corría el año 1999, y John Fanning, Shawn Fanning, Sean Parker, (éste último lo interpretaría Justin Timberlake en la película La red social (2010) de David Fincher), desarrollarían la primera versión de  Napster, que fue pionero en las descargas P2P (peer-to-peer o red de pares en castellano). En una red P2P, los ordenadores no dependen de clientes o servidores fijos, sino que funcionan como nodos igualitarios entre sí. Éstos actúan tanto de clientes como servidores, permitiendo un intercambio directo de información en diversos formatos entre los dispositivos interconectados. Es decir, que no se trata de una descarga de un servidor, sino un intercambio puro de archivos entre usuarios. Pese a que Napster fue denunciado por muchos artistas y autores, entre ellos Lars Ulrich, batería de Metallica, (el Ramoncín danés), consiguió que pagaran una multa millonaria a discográficas por violación de sus derechos de autor. Pero debido a que en el intercambio libre de información hay un vacío legal, el servicio fue relanzado en septiembre de 2002 sin problema hasta el día de hoy, aunque sea muy diferente a sus inicios.

eMule: aquellos tiempos de las descargas masivas y el diógenes digital [GenB]

Gracias a este sistema de traspaso de archivos, pudimos ver el auge de otros programas en lo que probablemente fue la edad dorada del diógenes digital. Eran tiempos confusos, habíamos pasado de depender de la unidad física para poder enviar y recibir información, limitándonos a lo que hubiera en cada momento porque "es lo que había". De pronto, se nos abrieron las puertas de un mundo nuevo: el acceso a TODO. De pronto nos lanzamos a descargar y descargar, cosas que ni queríamos, ni necesitábamos ni, con total probabilidad, usaríamos jamás. Te ibas a descargar una canción, pero tenías la opción de tener la discografía al completo, y pensabas: "claro, ya que estamos". Miles y miles de megabytes colapsando discos duros, que por aquel entonces, las capacidades eran mucho más limitadas que actualmente, donde seguimos llenándolos, pero ahora con gigabytes y terabytes. Distintos medios, mismo espíritu. 

Pese a que el formato existía desde mediados de los noventa, se popularizó más aún el MP3, (MPEG-1 Audio Layer III o MPEG-2 Audio Layer III), un sistema de compresión de audio que permitía meter más canciones en el menor espacio, esto venía muy bien cuando llegó la moda de los reproductores portátiles de este formato. Todos tuvimos uno. Películas en Divx, otro sistema de compresión, esta vez para vídeo y basado en los estándares MPEG-4, nos permitía hacer lo mismo con películas y que cupieran en un CD. La calidad era una mierda, pero qué más da. Eran los tiempos de euroconector, tampoco notábamos una diferencia abismal, ahora sí. Todo esto y mucho más nos lo ofrecían programas como Ares, Torrent o Kazaa. Pero si había uno que destacaba por encima de todos, ese era el imprescindible eMule, que se convirtió en un fenómeno de descargas masivas, ofreciendo a los usuarios acceso a una amplia gama de archivos de manera gratuita, libre y descentralizada.

Creado en 2002 como una alternativa al cliente original eDonkey2000, eMule pronto superó a su predecesor en funciones, popularidad y accesibilidad. Desarrollado por Hendrik Breitkreuz, más conocido como Merkur y escrito en C++, "la mula" nació a causa de las carencias en el resto de programas de intercambio de archivos disponibles en ese momento. Su nombre, un juego de palabras que combina "electronic" y "mule" (mula electrónica). En este caso, se ampliarían las funcionalidades de  eDonkey, permitiendo a los clientes intercambiar información sobre servidores, otros usuarios y archivos, comunicando a cliente y servidor mediante TCP, (protocolo de transporte en tiempo real), también emplea UDP (protocolo de datagramas de usuario), que mejora todavía más la experiencia.

La red de eMule se compone de servidores (imposible olvidar el mítico Razorback 2), y millones de clientes, donde los usuarios pueden compartir archivos directamente entre sí, sin necesidad de acceder a un servidor fijo, esto permitiría una mayor libertad y diversidad en el intercambio de archivos. Además, con características como la priorización inteligente y la capacidad de reanudar descargas interrumpidas, eMule destacaba por su eficiencia, pero sobretodo, por estar mucho más limpio de virus, no como los nidos de malware que fue el Kazaa o, posteriormente, páginas web como la maldita Softonic.com.

eMule: aquellos tiempos de las descargas masivas y el diógenes digital [GenB]

Cabe destacar que el trolleo estaba presente, pese a que la comunidad de usuarios se tomaba bastante en serio por norma general la limpieza de contenidos erróneos o no adecuados, había quien tenía ocurrencias que nunca entendí, como cuando se renombraban películas porno con el título de la película de estreno del momento con mayor probabilidad de descargas. Un práctica que se extendió como una moda que llenaban nuestros discos duros con contenido, en ocasiones, inquietante. Esto me generó una paranoia importante, lo que me hacía comprobar cada archivo de vídeo cada vez que descargaba, pero conozco testimonios reales y cercanos de conocidos que descargaron sin hacer el chequeo correspondiente y grabaron la película en un CD que posteriormente prestaron a algún familiar, que disfrutó de una sesión de "cine alternativo".

Aunque el panorama digital ha evolucionado desde los días de gloria de eMule, su legado perdura. Llegada la desaparición de los videoclubs y a pesar de la competencia de servicios de streaming y las medidas contra la piratería en línea, que continúan su cruzada contra el intercambio libre de archivos. Pero eMule sigue siendo una opción popular para todos los que nos es imposible conseguir algunos contenidos como discos o libros descatalogados, así como películas que no están editadas, cerrándonos la opción de compra o acceso sin sentido alguno. Es evidente que su impacto en la cultura digital es indiscutible, y lo hace absolutamente necesario si tenemos en cuenta de la cantidad de material al que no se puede acceder de ninguna otra manera, aunque quisiéramos.

Más de veinte años después, eMule sigue vivo, igual más vivo que nunca, siendo mucho más que un programa de intercambio de archivos; es un símbolo de una era en la que la internet era un lugar por descubrir y emocionante. Su comunidad, innovación y libertad lo convierte en un icono del intercambio digital. Si alguna vez vuelves a utilizarlo, no olvides su influencia en la evolución de la cultura digital. ¡Descarga, comparte y únete a la revolución de eMule!



DaviOne
DaviOne

6 de febrero 2024

4 comentarios:

  1. Nunca he dejado de usarlo

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  2. Yo lo dejé de usar durante un tiempo utilizando los torrent, pero hace ya años que volvi a la mula.

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  3. Para cine clásico que no esté en ninguna plataforma es ideal.

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