Están Vivos de John Carpenter: la subversiva crítica al capitalismo y el consumismo
"They Live" ("Están vivos" en España) fue escrita y dirigida por el maestro John Carpenter. Aunque al neoyorquino siempre se le ha atribuido el perfil de director de terror, también ha realizado trabajos sobresalientes en otros géneros como: "Asalto a la comisaría del distrito 13" (1976), "1997: Rescate en Nueva York 1997" (1981) y su secuela "2013: Rescate en L.A." (1996) o "Golpe en la pequeña China" (1986). Pero también tuvo sus tropiezos, como fue "Memorias de un hombre invisible" (1992), protagonizada por el infame actor Chevy Chase. Pero Están Vivos no fue una película más, pese a pasar muy desapercibida entre la extensa filmografía de Carpenter, es una de esas maravillas infravaloradas del género de ciencia ficción con tintes políticos que alcanza no sólo la grandeza, sino un acertado análisis de la sociedad consumista a la que nos ha llevado el liberalismo.
La película nos narra la historia de John Nada (Roddy Piper, una vieja gloria y tristemente fallecido, que fue estrella de la actual WWE), un indigente en busca de empleo que llega a la ciudad de Los Angeles. Al encontrar trabajo como obrero de la construcción, recae en una pequeña comunidad de personas sin hogar. En una iglesia cercana, donde Nada detecta una actividad inusual, se acerca a indagar, descubriendo unas gafas de sol que le permiten ver la auténtica realidad: la humanidad está siendo controlada por una raza alienígena que está instaurada entre nosotros y que, aparentemente, tiene el mismo aspecto. Gracias a las lentes podrá ver su auténtico rostro y los mensajes subliminales que tienen instalados por todos los rincones del planeta. También descubrirá que los invasores poseen el control de los medios de comunicación, así como los puestos de máximo poder político y económico. Una vez descubierta la perturbadora realidad, se la mostrará a su compañero de trabajo, Frank Armitage (Keith David), y juntos iniciarán una cruzada contra estos seres.
Fue dirigida y escrita por John Carpenter, que decidió firmar el guion bajo el seudónimo de Frank Armitage. La película no es una idea original, ya que está basada en su mayoría en el relato de Ray Nelson del año 1963 llamado: "Eight O’Clock in the Morning", que fue publicada en la revista The Magazine of Fantasy & Science Fiction. Años después, en 1986, la revista Alien Encounters publicaba el relato adaptado al cómic con el nombre "Nada", con el propio autor original Ray Nelson al guion y Bill Wray como ilustrador. Estas viñetas, con apenas siete páginas, fueron las que convencieron definitivamente a Carpenter para crear su propia versión cinematográfica.
Teniendo claras diferencias entre su relato original y la película, "They Live" presenta la visión de un mundo distópico y una descomposición social debido al capitalismo salvaje, en el que una clase visiblemente dominante (en este caso, alienígenas) explota a la clase trabajadora y se beneficia del statu quo. Esta representación de la élite alienígena como una clase gobernante que manipula a los humanos para mantener su poder y riqueza es una metáfora evidente del liberalismo. Los alienígenas viven con todo tipo de lujos, mientras que los humanos comunes luchan por sobrevivir en un entorno de pobreza y desesperanza, asumiendo su rol en la maquinaria que cada día los oprime más. Podríamos considerar a los invasores como los grandes empresarios de gomina y corbata, que abusan de sus empleados bajo falsas promesas y que piden que además, sean agradecidos por tener un trabajo en su negocio
Los medios como arma de propaganda también tiene una gran importancia en la narración, ya que mediante éstos, nos muestran cómo manipulan las mentes de la población, que los mantiene en un estado de ensoñación, impidiendo que se revelen contra el sistema que los utiliza para beneficio de las élites. Frases como "Obedece", "Consume" y "No cuestiones la autoridad" están ocultas en anuncios publicitarios y señales urbanas, invisibles a simple vista, pero que calan en la opinión pública, del mismo modo que los telediarios y prensa escrita, tanto en aquella época como en la actualidad, compran o venden votos a ciertos partidos políticos, nos hace mirar a otro lado en conflictos bélicos según los intereses de los que pagan o nos haga formarnos ideas erróneas de la realidad. ¿Recordáis el: "Voy con ello, pero es demasiado burdo" de Antonio García Ferreras? Pues eso.
La película revela que el capitalismo no es solo un sistema económico, sino un mecanismo de control social. La alienación política, la precariedad laboral, la élite económica y la manipulación mediática son algunos de los temas que trata, pero bajo la premisa de la ciencia ficción, que desliza con sutileza maestra los problemas sociales provocados por un sistema capitalista que está en clara degradación. Están Vivos es un pequeño altavoz para amplificar una crítica necesaria para abrir los ojos a las realidades ocultas de nuestra sociedad y a cuestionar los sistemas de poder que nos rodean.
Si quieres saber más sobre esta película, puedes escuchar el podcast que le dedicamos.
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