false

ÚLTIMA HORA

La noche del cometa: un relato apocalíptico con sabor a los años 80

La noche del cometa GenB

Viernes por la noche, toda la semana había estado anunciando la televisión de manera comedida lo que sería la película de la madrugada. Mi recuerdo es lejano, pero no por ello menos nítido, ya que, como en alguna otra ocasión, aquellos intrigantes fotogramas que veía durante las promociones me tenían completamente obsesionado. Nunca pregunté a mis padres si podía quedarme a verla, desde hacía un tiempo sabía que era mejor pedir perdón que permiso, y que si por alguna razón todo el plan que llevaba tramando desde hacía tiempo salía mal, el castigo correspondiente habría valido la pena. No era la primera vez que me quedaba en vela esperando aquel mágico momento en el que el frío invierno cubre la ciudad de una niebla densa, casi espectral, y dentro de casa todo el mundo duerme, así como la mayoría de vecinos, que sus ventanas delatan con la luz apagada que también descansan. Era justo en aquel preciso instante, con todos esos factores en plena efervescencia, cuando mis expectativas de la película que vería aquella noche no paraban de crecer. Aquel misterioso filme no era otro que "La Noche del Cometa".

Tras el aviso de que el evento astronómico del siglo tendría lugar en la medianoche de Navidad, los habitantes de Los Ángeles salen a presenciar el paso del cometa. Durante la celebración, éste impregnará a los asistentes con un misterioso polvo que convertirá en monstruo a todo el que entre en contacto con él. Regina y su hermana Samantha, son de las pocas supervivientes, ya que en el momento de los hechos y por diferentes motivos, estaban bajo la protección de una superficie de acero. Desde entonces, comenzarán un viaje en busca de respuestas. 

La noche del cometa GenB

En la época dorada de la cultura pop y la ciencia ficción de los años 80, La Noche del Cometa, de Thom Eberhardt, se convirtió en una cinta de terror postapocalíptico poco convencional, ya que por su contexto podríamos estar hablando de la clásica película de zombies, pero lo cierto es que el argumento se aleja por completo del estilo de George A. Romero, ya que los habitantes de la Tierra no se transforman en criaturas devoradoras de cerebros, sino en seres con funciones motoras completas y conciencia, y lo único que les mueve es una tendencia psicopática al asesinato de todo individuo que no haya sido infectado de "polvo cósmico".

La noche del cometa GenB

Esta película se desarrolló en un contexto histórico caracterizado por el reaganismo más rancio, es por ello, que lo que hace que sea verdaderamente especial, es su capacidad para reflejar las obsesiones culturales y sociales de la época en que fue realizada: los 80. En medio del caos zombi, la película aborda temas como el capitalismo e hiperconsumismo desenfrenado, el auge de la música new wave, (entre las que encontramos canciones tan icónicas como: "Girls Just Want to Have Fun" de Cyndi Lauper), las conspiraciones gubernamentales, sociedades científicas secretas y de las bandas juveniles, que lejos de querer saquear, deciden tomar el control de las tiendas como si fueran "emprendedores", un término tan a la orden del día como repugnante en su propia definición. Además, también nos muestran un uso de armas de fuego para fines recreativos, al más puro estilo Asociación Nacional del Rifle que nos hace recordar aquellos tiempos en que el Partido Republicano de EE. UU. vivía unos años dorados mediante el miedo infundido al comunismo de la URSS, que ya estaba dando sus últimos coletazos, así como por extensión la Guerra Fría.

La noche del cometa GenB

Finalmente resulta quedarse a medio gas entre el prometedor comienzo en aquel cine de barrio, mientras Catherine Mary Stewart está jugando a una máquina recreativa, haciéndonos recordar que hubo un maravilloso tiempo en el que existían aquellos lugares de videojuegos en nuestras ciudades. Unos científicos que cometieron un error en el sistema de ventilación y acaban contagiados y buscando una cura, necesitando la sangre de los seres humanos sanos, sin importarles lo más mínimo las víctimas; una reflexión tan ridícula en su base, como sesuda, ya que nos muestra como la crueldad de la propia humanidad en ocasiones es peor que los monstruos espaciales que han llegado a nuestro planeta. Individualismo y competitividad por la supervivencia de unos pocos frente al colectivo. El final es de un absurdo total, cuando vemos a la familia formada por los niños supervivientes y la pareja de protagonistas, vestidos de domingo y haciéndose fotos con traje. También adquieren porque sí la responsabilidad de ser los responsables, valga la redundancia, de la nueva humanidad, haciendo una gala de moralidad más cercana al Opus Dei.

Viéndola con perspectiva, es cierto que todavía mantiene esa esencia de los años más cañeros del cine, cuando había menos autocompadecencia de los propios estudios cinematográficos, y podían rodar estas pequeñas cintas que por algún motivo, se convirtieron en un producto de culto inesperado.

La noche del cometa GenB

La Noche del Cometa no es una gran película, pero tiene un componente nostálgico y es tan testigo de su época, que provoca una extraña sensación de regreso al pasado, cuando las hombreras y los pantalones de cuero llenaban las calles. De pronto me vuelvo a ver en aquel salón a oscuras, con el rostro sonriente y únicamente iluminado por aquel televisor de tubo sin mando a distancia, totalmente fascinado por aquellos extraños seres asesinos, que en la mayor parte de la cinta brillan por su ausencia. Un espectáculo de cielo rojo que todavía perdura en mi memoria, quizá por todo lo que llevaba tras de sí mi historia que por la propia película. Pero es una de esas cintas que es posible que solo entenderá alguien que la vio cuando todavía no tenía edad de verla.


DaviOne
DaviOne

9 de octubre 2023

No hay comentarios