E.T. de Atari: El fracaso histórico del videojuego que acabó enterrado bajo tierra
La historia de lo que muchos consideran "el más infame videojuego de todos los tiempos" se remonta a más de cuatro décadas atrás, en el año 1982. Mientras en España se celebraba el Mundial de Fútbol con Naranjito, en Estados Unidos se estrenaba "E.T. El Extraterrestre", una película que conmovió a toda una generación, bajo la dirección magistral de Steven Spielberg. La película arrasó en taquilla durante el verano y se ha convertido en uno de los íconos cinematográficos más destacados de la década de los 80, compartiendo reconocimiento con clásicos como "Los Goonies" o "Regreso al Futuro"..
En la actualidad, la industria del videojuego tiene una independencia propia mucho más grande que en épocas pasadas, y es capaz de nutrirse a sí misma con historias fascinantes y guiones excelentes que nada tienen que envidiar a Hollywood, es más, en ocasiones, lo superan. Pero aunque todavía perdure el crear videojuegos basados en películas de renombre o de culto, hace unas décadas era algo mucho ás extendido, ya que un éxito en taquilla generalmente anunciaba otro en ventas, tanto de plataformas recreativas como de cartuchos. Bien es sabido que muchos se equivocaron con esta afirmación, ya que durante sus primeros intentos, y tiempo después, generalmente la calidad de estas producciones eran bastante deficientes, excluyendo grandes excepciones, como El Rey León para Super Nintendo o, más adelante, "GoldenEye" para Nintendo 64, inspirado en la película del año 1995 de James Bond del mismo nombre y estrenándose Pierce Brosnan como agente 007. Hay más ejemplos y más plataformas que consiguieron grandes productos, pero de eso hablaremos otro día.
Sobre esta videoconsola, cabe destacar que si E.T. es considerado el peor juego de la historia, no olvidemos que a finales de la década, concretamente en el año 1999, vio la luz, posiblemente el juego más infame, bochornoso y aburrido que se recuerda de la plataforma: Superman 64, una mierda de proporciones bíblicas que nunca se entendió cómo pudieron dar luz verde para poner a la venta en tiendas semejante basura.
Pero volviendo al tema en cuestión, E.T. El extraterrestre, fue tal su éxito en taquilla, que obtuvo ocho nominaciones a los premios Oscar, ganando cuatro de ellos. El entrañable extraterrestre de color marrón y su compañero Elliott, se convirtieron en los personajes más famosos del momento. Esto era una excelente noticia tanto para Hollywood como para la industria del entretenimiento digital, que ya tenía en marcha un proyecto para aprovechar al máximo la situación.
En pleno auge de las salas recreativas, Atari, líder del mercado de videojuegos en aquel entonces, no podía dejar pasar la oportunidad de aumentar sus ventas aprovechando el éxito de la película. Así fue como lanzaron su consola VCS 2600, recordada por el legendario juego "Space Invaders", o como se le conoció en España, "Los Marcianitos".
Atari, fue fundada en 1972, se había convertido en un gigante de la industria del videojuego. Su éxito se debía en gran parte a los ya clásicos como: "Pong" y "Asteroids". En una época en la que a los juegos interactivos digitales se limitaba a los salones recreativos, la Atari 2600, ofrecía la capacidad para jugar en la comodidad de tu casa, revolucionando así el mundo de los videojuegos. Eran tiempos de bonanza, en los que el público de este entretenimiento no paraba de subir, y la novedad atraía a mucha de la juventud de la época. Es por ello, que arriesgaron con un proyecto que se ejecutó mal por no respetar los tiempos y una mala visión por parte de algunas personas de altos cargos en la compañía. En definitiva: se hizo rápido y mal, desencadenando poco después una crisis que hirió de muerte a la empresa estadounidense. Pero la oportunidad que representaba "E.T." era tentadora y desafiante.
Más allá de los detalles técnicos, la oportunidad de negocio era innegable y Atari se puso manos a la obra. El principal desafío no era logístico, sino temporal, ya que sabían que el atractivo de estos productos solía ser efímero. Por lo tanto, cuanto antes lanzaran el juego al mercado, mejor.
El tiempo para desarrollar el juego era limitado. Atari tenía la presión de lanzar el juego antes de la temporada navideña de 1982 para capitalizar el entusiasmo generado por la película. Así que asignaron esta tarea imposible al desarrollador Howard Scott Warshaw, quien tuvo apenas cinco semanas para crear el juego completo.
Warshaw era un reputado programador, pero la magnitud de su tarea era abrumadora. Trabajó incansablemente para dar vida al juego, pero el plazo apremiante y las presiones de la compañía se hicieron sentir. Pese a lo ser un trabajador brillante, el exceso de presión, así como la escasez de margen, avecinaban que nadie hubiera sido capaz de crear algo que se le acercase a un gran resultado, aún con todo, logró terminarlo; pero el resultado fue un juego lleno de bugs y con unos controles que dejaban mucho que desear y que llegaban a desesperar al jugador.
Y así nació este desastre.
El cartucho presentaba una mecánica de juego poco intuitiva y frustrante. Los jugadores controlaban al extraterrestre mientras vagaba por una serie de laberintos en busca de piezas de su teléfono intergaláctico. La confusión radicaba en la disposición aparentemente aleatoria de los objetos y la falta de claridad en los objetivos del juego. Además, el personaje se movía con una velocidad irregular y a menudo quedaba atrapado en obstáculos invisibles. En ocasiones eras perseguido por personajes extraños con gabardina y era habitual caer por extraños agujeros de los que era complicado o imposible salir. La jugabilidad era tediosa y repetitiva, lo que llevaba a una creciente frustración por parte de los jugadores.
A pesar de las advertencias, Atari produjo más de cinco millones de copias del juego, anticipando un éxito masivo. Sin embargo, las ventas fueron decepcionantes. Las tiendas estaban inundadas con copias no vendidas de "E.T. the Extra-Terrestrial". Los consumidores se sintieron estafados por la baja calidad del juego, lo que llevó a una caída en picado del mercado en sus productos y a una crisis financiera en la compañía, que se encontró en una situación desesperada. Tenían un exceso de inventario de cartuchos que nadie quería adquirir, y otros juegos no deseados que ocupaban espacio valioso en sus almacenes. La compañía se enfrentaba a pérdidas millonarias.
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| Publicidad del juego en revista especializada (1982) |
Fue entonces cuando tomaron una decisión radical.
En un acto casi simbólico de derrota y desesperación, en 1983, Atari decidió enterrar miles de copias no vendidas de E.T. y otros juegos en un vertedero secreto. La medida se interpretó como una admisión de culpa y se convirtió en un símbolo del colapso de la industria de los videojuegos en ese momento, un negocio que había crecido demasiado rápido y que ahora enfrentaba las consecuencias de sus decisiones precipitadas y a una burbuja que acababa de estallar.
A lo largo de los años, el entierro en el desierto se convirtió en una leyenda urbana, una historia que se contaba una y otra vez en círculos de jugadores y en foros en línea. Pero la verdadera confirmación de esta historia legendaria llegó en 2014.
Un grupo de excavadores y documentalistas decidieron desvelar el misterio. Lo que siguió fue una odisea de descubrimiento y emoción.
Los entusiastas y curiosos se reunieron en el vertedero de Alamogordo, Nuevo México, armados con palas y cámaras para registrar el evento. Entre ellos estaba Joe Lewandowski, un historiador aficionado y coleccionista de Atari que había investigado la leyenda durante años. Éste se convirtió en una figura clave en la excavación.
El proceso fue meticuloso. Los equipos utilizaron maquinaria pesada para desenterrar las cajas ocultas bajo toneladas de tierra y basura. Cada descubrimiento se encontraba acompañado de una emoción palpable. Las cámaras capturaron los momentos en que las copias de "E.T." y otros juegos salieron a la luz después de más de tres décadas de sepultura.
Testimonios de personas presentes en el evento revelaron una mezcla de emociones, entre las que destacaban el asombro ante la confirmación de una leyenda que había persistido durante tanto tiempo.
Las copias desenterradas de "E.T." se encontraban en un estado variado de conservación. Algunas estaban deterioradas por la exposición al agua y el paso del tiempo, mientras que otras se conservaban sorprendentemente bien. Cada una de estas copias se convirtió en un tesoro para coleccionistas y fanáticos de los videojuegos retro.
El entierro en el desierto se transformó en una experiencia que unió a la comunidad de los videojuegos, e incluso a seguidores del misterio, sirviendo como un símbolo de la historia y la pasión que rodea a esta industria. La leyenda de los juegos de "E.T." enterrados en el desierto, pasó de ser un mito a una realidad, y las emociones de aquel día aún resuenan en los corazones de quienes participaron en la excavación y quienes conocen la historia. Más de cuarenta años después, todavía impacta a quien la descubre por primera vez.
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