¡Oye, Arnold!: la serie de Nickelodeon que nos enseñó conciencia social

Salida del colegio, de camino a casa, veía como los amigos del barrio, también andaban dirección a nuestro lugar de reunión, donde nos esperaban con la merienda. Bocadillo y zumo de melocotón y uva de Juver en mano, de manzana en el mejor de los casos. Comenzaba la diversión de la tarde. El escondite, unas canastas en aquellas canchas sin redes, donde en ocasiones saber si había entrado el triple era una cuestión de fe, e incluso lucha libre porque sí. Heridas en las rodillas y codos; la voz de mi madre resonando en la cabeza de camino a casa porque me había cargado otros pantalones haciendo el gilipollas. La mejor época de mi vida, sin duda. Entrando por la puerta, ya con frío en la calle, ducha obligada, ropa cómoda, un rato de estudio y el mejor momento: la hora de televisión con mis series favoritas. 

Fui un niño privilegiado, ya que en mi casa entró muy temprano el Canal +, después renombrado a Canal Satlélite Digital, que añadió un amplio abanico de canales, entre ellos, Cartoon Network, Nickelodeon y más adelante, Fox Kids. Entre Vaca y Pollo, El laboratorio de Dexter, Johnny Bravo o Power Rangers, si de verdad había una serie que me alucinaba desde que la descubrí un día por casualidad, sin dura era: "Oye, Arnold".

La serie fue creada por el animador y escritor Craig Bartlett, quien también intervino en los comienzos de "Rugrats: aventuras en pañales" o "Ren y Stimpy", ambas estrenadas en 1991, y emitidas en el canal Nickelodeon, propiedad de Paramount.

"Oye, Arnold" se estrenó en 1996 y se desarrolló en la ficticia ciudad de Hillwood. La trama se centró en la vida de Arnold Shortman, un chico de buen corazón que vivía con sus abuelos en una pensión que regentaban ellos mismos. Arnold era conocido por su gorra azul de la que nunca se desprendía, su cabeza en forma de balón de rugby y su personalidad amigable y comprensiva. Este personaje destacó por su actitud empática y su capacidad para ayudar a los demás a superar sus problemas. La serie exploró su vida cotidiana, así como las aventuras y desafíos que enfrentaba junto a los chicos y chicas del barrio, incluyendo a su mejor amigo Gerald, quien le acompañará en casi todos los capítulos. También veremos personajes con total relevancia como sus abuelos, los residentes de la pensión, cada uno con sus idiosincrasias y personalidades muy marcadas, la misteriosa e increíble habitación tecnológica de Arnold, los excéntricos comerciantes y amigos del barrio o los maestros del colegio. Todos aportan algo muy especial que hacían que ver esta serie fuera una auténtica delicia, sea con la edad que sea.

"Oye, Arnold" se destacó por abordar una amplia gama de temas sociales de una manera accesible para los niños y adultos por igual. La serie no tenía miedo de explorar cuestiones importantes, como la diversidad cultural, la discriminación sexual y racial, la desigualdad social, la amistad, la familia, los enredos amorosos juveniles y la empatía. Un ejemplo destacado fue el episodio: "Pigeon Man" (El hombre paloma), en el que Arnold entabla amistad con un hombre que cuida palomas en el tejado de su edificio. Este episodio trató temas de soledad, prejuicio y la importancia de aceptar a los demás tal como son. Tenía un alma especial, así como claras referencias a la película "Birdy" (1984), dirigida por Alan Parker y protagonizada por un gran Nicolas Cage. Otro capítulo que podría encontrarse entre mis favoritos es: "Ola de calor", que narra la vida del vecindario durante un día con un insoportable calor, que hace cambiar el carácter generalmente afable de la comunidad en seres egoístas y desagradables. Una lucha por escapar del sol cuando los recursos económicos son limitados, hasta la llegada de la lluvia salvadora, que devuelve todo a la normalidad. 

Todos los episodios tenían un toque especial, con una ambientación inspirada en la gran ciudad, pero con una constante sensación de pueblo, donde los vecinos se conocen entre ellos, los niños juegan en la calle al baseball o cualquier deporte de equipo, apartándose de la carretera cuando pasaba un coche. Tintes de realismo, con calles sucias, alcantarillas humeantes y animales callejeros, le conceden un tono añejo y de barrio obrero que genera una sensación de calidez, aderezado con una sensacional música estilo jazz durante el transcurso de cada capitulo. Una auténtica obra maestra de la animación de la década de 1990 que debería ser de obligado visionado para todas las generaciones pasadas y venideras.

"Oye, Arnold" se emitió también en el canal Nickelodeon durante cinco temporadas, con un total de 100 episodios. La serie se creó un nicho a lo largo de su tiempo en antena, y mantuvo una base de seguidores importante. Además, se produjo una película para televisión titulada "Hey Arnold! The Movie" en 2002. En este filme, nos cuentan cómo un empresario de la construcción quiere destruir el barrio para crear un complejo comercial lleno de tiendas, para evitarlo, los chavales del barrio y los vecinos se unen para hacer frente a esta amenaza. Una exquisita reflexión sobre la unidad del pueblo y la lucha de clases, que refleja a la perfección problemas como la corrupción política, la especulación de terreno y el abuso de los ricos hacia la clases trabajadoras. Imprescindible para los fans. 

Finalmente, y para dar carpetazo final, en 2017 se lanzó una película llamada "Hey Arnold!: The Jungle Movie", que brindó un cierre a muchas de las tramas no resueltas de la serie. Un pequeño regalo a modo de despedida que nos narra cómo el propio Arnold y toda su clase ganan un viaje a San Lorenzo, lugar donde descubre que estaban sus padres, iniciando la búsqueda de éstos a lo largo del metraje.

Han pasado muchos años ya desde aquellas tardes disfrutando de esta fantástica serie. Tengo un recuerdo tan grande y agradable que difícil será que olvide todo lo que me transmitió aquel grupo de amigos en el barrio de toda la vida. Miro con alegre nostalgia cómo se desvanecen aquellos tiempos en los que la vida era mucho más simple y mi única preocupación era que no se me olvidase la cartulina al día siguiente en clase. "¡Oye, Arnold!" merece ser recordada y descubierta por quienes aún no la conozcan.

DaviOne

19 de octubre 2023