“Muévete para mí, Woody": el perturbador cortometraje de Toy Story que destrozó nuestra infancia
En 1995, las salas de cine fueron testigo del éxito absoluto que fue el estreno de Toy Story. Muchos éramos todavía unos niños cuando nuestros padres nos llevaron a verla, sin imaginar que aquella historia cambiaría para siempre el modo en el que mirábamos nuestros juguetes. Fue la primera película completamente realizada por ordenador, pero más allá de su innovación técnica, lo que realmente la convirtió en un uno de los recuerdos más entrañables de nuestra juventud, fue que, al margen de lo que parecía un relato sencillo en su exterior, guardaba una profundidad mucho más grande de lo que podíamos imaginar de aquellos muñecos.
Andy, el niño que disfrutaba jugando con su juguete favorito: Woody, un vaquero de trapo que ejercía el papel de sheriff y líder del resto de juguetes de aquella habitación, vio amenazado su estatus cuando, durante una fiesta de cumpleaños del chico, le regalaron a Buzz Lightyear, que representaba el paso de la moda del caduco cine western para centrarse en los juguetes inspirados en la conquista del espacio, tan vinculada a la carrera espacial que tanto protagonismo tuvo durante los años de la Guerra Fría entre EE. UU. y la URSS, cuando Yuri Gagarin fue la primera persona en viajar al espacio por primera vez el 12 de abril de 1961 a bordo de la nave Vostok 1, para más tarde hacerlo Neil Armstrong y Buzz Aldrin llegando a suelo lunar el 20 de julio de 1969 en el Apolo 11. Es por ello, que ambos, iniciaron una rivalidad marcada por los celos y el sentimiento de reemplazo, que los llevó a una serie de malentendidos, provocando lo que todos conocemos ya.
Poco se puede añadir sobre uno de los iconos del cine de animación, que ha envejecido muy bien, pese a haber cumplido treinta años. Sin embargo, siempre nos quedó una pregunta sin respuesta: ¿por qué los juguetes no se mueven frente a los humanos? ¿Qué ocurriría si uno decidiera romper esa regla? El cortometraje, (por llamarlo de alguna manera), "Muévete para mí, Woody", intenta arrojar algo de luz a estas incógnitas desde una perspectiva completamente perturbadora. Una libre interpretación de lo que hubiese ocurrido si a Andy enloqueciera con la sospecha de que sus juguetes tuvieran vida tras verlos jugando por la ventana con su vecino, que no olvidemos que era el niño cabrón con camiseta de calavera.
La estética del cortometraje se aleja por completo del famoso estilo Pixar. La animación es deliberadamente grotesca, con expresiones faciales exageradas y una atmósfera que provoca cierta incomodidad. El estilo recuerda al trabajo de artistas como MeatCanyon, famosos por sus reinterpretaciones inquietantes de personajes famosos. Pese a que su versión original es en inglés, he seleccionado ésta en español latino, que tiene su gracia.
Si sientes curiosidad o quieres un aperitivo antes del ciclo de cine de Halloween, esto es sin duda una buena forma de abrir boca y, de paso, arruinar la infancia de muchos de nosotros.
![“Muévete para mí, Woody": el perturbador cortometraje de Toy Story que destrozó nuestra infancia [GenB] “Muévete para mí, Woody": el perturbador cortometraje de Toy Story que destrozó nuestra infancia [GenB]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOjnF6UGgddavdF6oKy9AcGkIwXmMNonBt_P7D6gKmW7dnzviDrsGmsJ37NcaDoVo8ckC4jmNNd8f3A6DT0zXmrWDLWCySqyeNVlszNMwe40KQ-eKYCb_HKwMmpC2HSmgvmomkKERXVRt8bFye8jhl4WXOawbI9cvA3N1G_kAMof6nOPTw2A1pdP5s9UeO/s16000/GenB.png)
![“Muévete para mí, Woody": el perturbador cortometraje de Toy Story que destrozó nuestra infancia [GenB] “Muévete para mí, Woody": el perturbador cortometraje de Toy Story que destrozó nuestra infancia [GenB]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBiOthfM4QGbR0G9ULqM7GTD3O_FS7iDT60av0SOdWD6ubGprkinkGbkq84MihvDiGGnTiJ1zQYaFfqZ50LYQpvqbWoMnDQldaoHBMyDGiYA0L1YFPVNohGE1w9z-SqfCd_MZvYYpx2m2vVOzB9AoUObA3XMil0aLRTLsTb5MOreQvrUkkIvS61T8wCsmr/s16000/GENB2.png)

No hay comentarios